¡ATENCION SPOILERS!
La segunda temporada de The Walking Dead ha llegado a su final. El capítulo 2x13 ‘Beside the Dying Fire’ ha sido el broche de oro de la temporada más polémica de la serie de AMC. Trece capítulos de reflexión dilatada sobre la moralidad de sus personajes, su forma de afrontar la muerte, y la manera de entender la supervivencia.
Una temporada 2 de The Walking Dead ha estado compuesta por trece capítulos en los que la acción ha brillado por su ausencia, las tramas se han caracterizado por su falta de unidad, y en la que lo ocurrido podría haberse resuelto en menos de la mitad de capítulos. Sólo se salvan los últimos dos. Esto me plantean la duda de si merece la pena ver una serie que vive de las rentas durante toda la temporada hasta que llega el season finale y deciden dejar a la audiencia mordiéndose las uñas.
Una temporada 2 de The Walking Dead ha estado compuesta por trece capítulos en los que la acción ha brillado por su ausencia, las tramas se han caracterizado por su falta de unidad, y en la que lo ocurrido podría haberse resuelto en menos de la mitad de capítulos. Sólo se salvan los últimos dos. Esto me plantean la duda de si merece la pena ver una serie que vive de las rentas durante toda la temporada hasta que llega el season finale y deciden dejar a la audiencia mordiéndose las uñas.
Sea cual sea la respuesta a esa duda, hoy toca comentar el ultimo capítulo de la temporada 2, episodio que junto con el penúltimo ha sido The Walking Dead en estado puro.
Lucha, persecución, supervivencia, rivalidades, soledad, intereses, muerte, y reencuentros que han hecho que los pocos más de 40 minutos que dura el capítulo se le pasen volando al espectador.
El anhelado abandono de la granja
El capítulo retoma la historia donde lo dejamos la semana anterior. Carl acaba de rematar a Shane convertido en zombie mientras una horda de caminantes se aproxima a la granja. Así empieza el ataque por el que los protagonistas tendrán que finalmente abandonar el soporífero lugar que les ha dado refugio toda la temporada. Poco más de 17 minutos de persecuciones, tiroteos y sangre que se cobran la vida de Jimmy y Patricia, y que hacen que el resto huya en grupos hacia el bosque.
Espectacular lucha de supervivencia que se convierte en un auténtico espectáculo visual gracias a su gran fotografía. El mítico granero derrumbándose sumido en el fuego tras las siluetas de los zombies hambrientos. Daryl observando subido a su moto cómo el granero se funde entre las llamas. Rick salvando la vida de Hershel matando al zombie que le iba a atacar por la espalda. Planos sensacionales que se unen a los del final del capítulo anterior. La muerte de Shane fue también puro deleite visual.
En la huída de la granja se forman cuatro grupos que se volverán a encontrar en aquella carretera donde empezó la segunda temporada. El único personaje que queda solo es Andrea, quien se adentrará en el bosque perseguida por zombies.
El destino de convertirse en zombie
En plena discusión sobre dónde pasar la noche, Daryl contará a sus compañeros que Randall se había convertido en zombie pese a no haber sido mordido por caminantes. La sorpresa y las preguntas se disparan entre el equipo hasta que Rick reconoce que sabía que todos están infectados desde que estuvieron en el Centro de Control de Enfermedades. La confesión desatará la ira entre sus compañeros que cuestionarán su liderazgo del grupo.
Como vimos en el capítulo anterior con Randall y Shane, todos los personajes de The Walking Dead están destinados a convertirse en zombies, algo que cambiará la percepción de la supervivencia y sobre lo que seguro profundizarán en la tercera temporada.
La supervivencia para Carl
De las dos cosas que descubre Lori lo que realmente le hace perder los papeles es descubrir lo que hizo su hijo. La mujer del sheriff rechazará a su marido por lo que Carl ha hecho, algo en lo que realmente él no ha tenido nada que ver.
Carl ha superado a su padre en frialdad a la hora de matar. El joven tiene una concepción de supervivencia mucho más cercana a la que tenía Shane que a la de su padre. Animó a Rick a que acabara con Randall y no le tembló la mano en disparar al mejor amigo de su padre. Este personaje puede dar mucho juego en próximas temporadas, puede llegar a convertirse en rival de su propio padre.
Rick pone fin a la democracia
La confesión del sheriff se gana las miradas amenazantes y críticas de casi todos sus compañeros, ante las que se defenderá explicando las normas del grupo a partir de ahora. Él es el que manda y quien le siga ha de acatar sus decisiones, quien no quiera sólo tiene que coger emprender camino: “la democracia se ha terminado”.
Es curioso cómo tras la confesión de Rick en público su aguerrido hijo se echa a llorar en los brazos de su madre. Parece que Carl está creciendo con esa bipolaridad apestosa que caracteriza a Lori. Las dos personas que tanto se escandalizan por lo que ha hecho el sheriff son las mismas que le animaron a matar a Randall y a Shane en capítulos anteriores.
Una bipolaridad que también hemos visto en Daryl, Shane y hasta el propio Rick. ¿Será parte de los síntomas del virus zombie?
Andrea ha sido la encargada de dejarnos las pistas para la tercera temporada.
Tras escapar sola de la granja y defenderse hasta quedar sin fuerzas en el bosque, Andrea se topará con un misterioso individuo que le salva la vida. Con el rostro sumido en la sombra de una capucha, este nuevo personaje, que por su silueta parece ser una mujer, camina con dos zombies encadenados tras de sí. No nos dicen quién o qué es, tampoco de dónde viene, pero con el último plano del capítulo nos dan pistas de todo ello. La temporada acaba con un plano general del bosque en el que vemos una tenebrosa y enorme cárcel.
Si te puede la intriga sólo tienes que comprarte el tercer cómic de The Walking Dead que se corresponderá con la siguiente temporada. Si no a esperar al menos seis meses para saber quién es el misterioso personaje del bosque y quiénes se esconden en la cárcel. La temporada 3 estará compuesta de 16 capítulos y se espera sea estrenada en octubre de 2012.
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